Lorena Ramírez es una rarámuri de pies ligeros a la que le gusta correr ultramaratones en sandalias y vestidos tradicionales y que se ha convertido en una de las corredoras más veloces del mundo. Lorena alterna entre la apacible vida en la sierra de Chihuahua rodeada de su familia y la exigencia de las carreras fuera y dentro de México.